Lovers

sábado, 26 de marzo de 2011

Sentimientos


“La ruta no termina, aquella que conduce a tu sonrisa”

Los sentimientos no se encuentran y el silencio se escucha, en algún rincón de toda esta patraña, yo, ya sabía que este sentimiento dolería... Pero cuando se esconde y solo puedes ver un cuerpo pálido y frío, es cuando me doy cuenta que todo será una tragedia, y yo terminaré sola. Entonces, lloró, para entibiar un poco mi alma con mis lágrimas. Callo, para no ser esclava de mis palabras. Sonrío, para sacarme el gusto amargo que tengo en las mañanas. Cuando me tropiezo y caigo sobre mis mentiras, cuando me creo a mi misma, cuando ya no escribo porque se me acabo la tinta, es cuando quiero irme bien a la mierda.

Sentimientos fugaces en un intento desesperado por sonreír una vez más a tu lado. Tus hermanos te abandonan, tus amigos se evaporan, tu papá esta ocupado con su vida y tu mamá buscando alguna salida. Nadie quiere mostrar la cara, para que una vez más sea golpeada. Y nunca se detiene, esta mente inconciente y morbosamente solitaria. Yo soy nada, yo soy todo. Ella lo dijo y en mi mente resonó, tantas veces que me dormí escuchándola, susurrando en mi espalda.

Demasiados impulsos controlados, después de tantas noches seguidas en donde ella me dejaba ir, abandonada en la ruta de su sonrisa. Este corazón es incombustible, con algunos secretos, algunos defectos. Sentimientos reprimidos, sentimientos pasajeros, sentimientos controlados por un soldadito de juguete a punto de ser derretido. La tristeza intenta ganarme, ya no entiendo, ya no sé que pensar de todo esto, todo lo que vivimos para luego ¿ser dos extraños más?... Y no solo dos extraños, fuimos una cantidad inagotable de personas que jamás reconoceremos. Porque la alegría pasada fue el efecto de un frenesí de emociones pasajeras.

Luego de una mirada intensa, recordé esos ojos de color marrón, cuando le clave un asta en el corazón. En mi olvido y en mi recuerdo ¿estoy vacía o solo estoy callada?

miércoles, 16 de marzo de 2011

Un juego más

También a los locos les gusta ser extraños.”

Juguemos un juego, juguemos a conocernos. Yo digo mi nombre y tú me cuentas un secreto. Porque te amo con mi conciencia y te pierdo con mi inconciencia. Debería creer que ahora es mi momento, que debo aprovechar. Que debería darle otra chance a la oportunidad. Aunque ella ya no esta, no puedo olvidar aquella pregunta, esa que nunca será contestada, al menos no por ahora. Porque ella callo, y yo calle, quedamos en un silencio, no incomodo, pero inoportuno. No pretendamos continuar esa momentánea felicidad, tú sabes, yo sé, que eso se acabará. Este podría ser ya mi final, estoy donde quería estar. Porque yo me acabe, me fumé hasta el filtro de mi misma, porque cuando sonríe, su aire va directo al mío y lo golpea. Soy la amiga atrevida, en un intento de violación fallida. Tan imperfecta como siempre, conquista lo que quiere, pero nunca le gana la batalla a la soledad. No tan lejos, no tan cerca. Me miro fijo al espejo y no reconozco lo que veo, ellos se lo han llevado todo, me han absorbido, me exprimieron, y mamá todavía me demanda un corazón desesperanzado, porque el de ella quedo abandonado. Yo quisiera ir a los años 40, cuando no existía, ni siquiera mi abuela. También quiero estar a su lado, sin tener que volver al pasado. La intensidad de sus sentimientos se revelo, através de esa canción. Lloré, intente, fracasé. Y en mi calendario todavía esta la última vez que lo vi, desde que comenzó la ficción y la realidad me golpeaba la cara. Hace un tiempo, aprendí que cada uno le otorga el valor a una cosa, y yo te había dado suficiente importancia como para no ser la excepción. Mi felicidad es ilimitada y el karma es prisionera de mi ingenuidad. Aquí estoy, juntando todas las piezas perdidas de este juego continuo, en el que muchos juegan. Por solo una noche, solamente una noche me gustaría saber si vale la pena, ver de frente el futuro, mientras yo soy el presente.