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Tener los zapatos las ganas de marchar. Tener los ojos las ganas de mirar. Y quedarse...prisioneros de un mundo que sólo nos deja soñar, sólo soñar....

Nadie más que yo siento esto. Que te digan “te entiendo” es solamente otra frase más para continuar la conversación. Pero ser “menor de edad” y estar rodeada de gente mayor tampoco hace interesantes mis palabras. Y entonces, solo me queda escribir, de nuevo sola, me pregunto ¿de quien dependeré mañana? ¿Cuándo volveré a fingir estar bien? ¿Dónde despertare una mañana justa? Tú llevaste toda la esperanza que senti por mi una noche, no, no y no. Aunque pongan las cartas sobre la mesa, no sé jugar y este juego te encanta, en donde mi mente piense lo que quiera pensar y vos te divertís un rato. Me canse de confiar demasiado, de pensar la noche completa de interminable frío y que dependa de alguien más para ser feliz. Ya no me creo ninguna mierda sobre las familias felices y una chica “especial”. Me hiciste caer tanto, con esperanzas y expectativas altas. ¡La realidad es una completa porquería! ¿Por qué debes aparecer cuando ya te estaba olvidando?

Tengo ganas de vomitar palabras y de romper el silencio que tengo atorado en la garganta, sin ganas de llorar. Si, así de fría. Completa, olvidada.

El día que me forcé a prometer no volver a estar en lo mismo seguramente estaba drogada o fue causado por los ataques de risas y vómitos de palabras. Eres otro sueño más, o es lo que yo quiero pensar, que eres otra excepción más de la realidad, me enoje, me moleste, te envidie. Estas bien, feliz y acompañado.

El duende mágico ya no aparece en mis sueños, sus palabras se fueron... decía: “te usan”, “eres su perfecta excusa para sus mejores disculpas…” y no hice caso, no confiaba en la forma en que me hablaba y caigo de nuevo.

Abrazo sus palabras ahora, en mis recuerdos por que es lo que queda, me quieren o no, sientan mi presencia o no.

Me equivoque, yo sí doy un paso atrás luego de avanzar, por que nunca queda claro que haremos esta noche, donde iremos, si caminare sola, caminare, si, aunque no sé adonde.